Sin liderato y sin liderazgo

El Granada cae por la mínima en una tarde aciaga en Santander, renunciando al liderato y dejando en manos del Alavés su permanencia en las posiciones de ascenso directo.

Define al “líder” la RAE como “persona o entidad que va a la cabeza entre los de su clase, especialmente en una competición deportiva”. Pero este término tiene también una segunda acepción: “persona que dirige o conduce un partido político, un grupo social u otra colectividad”. Pues bien, en Granada, o más bien fuera de la ciudad nazarí, ninguna de las dos acepciones tiene cabida a día de hoy.

Y eso que el día empezaba precisamente con la palabra referida en el imaginario nazarí. El pinchazo del Eibar el viernes ponía en bandeja de plata el acceso al liderato para los nazaríes. Un liderato que se perdió en Andorra el pasado 4 de septiembre, y que desde entonces no se ha vuelto a alcanzar. 

Falta de liderazgo como visitante

Para entender por qué el Granada no alcanza a liderar LaLiga Smartbank solo hay que mirar el partido de los pupilos de Paco López hoy en Santander. O, si no se tiene tiempo, la clasificación de la categoría contabilizando solo los partidos disputados como visitante. 

Si miramos anteriores ascensos al Olimpo del fútbol español, todos tenían algo en común. Las escuadras premiadas han tenido siempre algún líder, capaces de mantener el rumbo de su equipo firme hasta en las peores tempestades. En Granada, el líder parece ser el jugador número doce, su afición, porque en cuanto esta desaparece aparecen los nubarrones. 

El ejemplo más claro de este peligroso paradigma es el de Uzuni. Pichichi de la categoría de forma holgada, pero con más del 85 % de sus goles celebrados en Los Cármenes. En descarga del bueno de Myrto, conviene reconocer que este mal se traslada a todo el equipo. Cuerpo técnico incluido.

Planteamiento fallido

Resulta difícil de entender el once de salida en Santander. Paco López alineaba de partida a una defensa de cinco. Quizás con el buen propósito de no repetir los esperpentos defensivos de Gijón y Zaragoza. Pero lo cierto es que el encuentro era para meter un zarpazo al liderato. Y eso se hace con una salida valiente, como las del Levante de Paco o como la del fin de semana pasado frente a Las Palmas.

Todo ello a pesar de que su rival, el Racing de Santander, parecía la víctima propicia para dar el zarpazo. Un equipo con el agua al cuello, apretado por el vecino malagueño, tras obtener solo 5 de 18 puntos posibles desde vencer precisamente en La Rosaleda.

La plantilla dirigida por José Alberto López es una de esas que quizás no vayan sobradas en lo técnico, pero que es perfectamente consciente de a lo que juega y de lo que se juega. Por eso, aprovechando que Paco López restaba a un jugador por delante de la retaguardia, y espoleados por su público, los santanderinos salieron a presionar desde el primer minuto. Especialmente sintomático fue el saque de inicio, en el que buscaron un balón al área nada más poner el balón en juego.

Primera mitad sin disparos a puerta

El Granada sufrió durante los primeros quince minutos. El Racing no gozaba de ocasiones clarísimas, pero sí de acercamientos lo suficientemente peligrosos para poner nervioso a Raúl Fernández. Los fantasmas de Gijón y Zaragoza volvían. En esta ocasión, el gol local no llegó. Ni en este primer cuarto de hora ni en los minutos posteriores, con la balanza más equilibrada. La primera parte fue de dominios alternos y gran frenesí, pero finalizó sin ningún disparo a puerta de ninguno de los dos conjuntos.

El descanso parecía una buena noticia para el Granada, con opciones de cambiar el rumbo. Sin embargo, el liderazgo del banquillo no se tradujo en un necesario cambio en el esquema. Y el Granada lo pagó. 

En el minuto 52, el Racing montaba un contragolpe rápido. Los rojiblancos horizontales no estuvieron rápidos en el repliegue. Íñigo Vicente recibía en banda izquierda y ponía un balón medido para Roko Baturina. El delantero se revolvió en el área con una facilidad pasmosa, ante la inacción de su par, y definió a la perfección.

La historia se repite

Por tercera vez consecutiva como visitante, el Granada se veía por debajo en el marcador. El sueño de alcanzar el liderato se convertía en una pesadilla. Y el equipo pedía a gritos un líder capaz de revertir la situación. 

Pero Uzuni no fue ese líder, simplemente porque no apareció. Tampoco lo fue Melendo (suplente de inicio), a pesar de que consiguió aparecer y dar más fluidez al juego cuando Paco López dio entrada a Perea para retrasarlo al doble pivote. Por aquel entonces, el técnico valenciano ya había renunciado a una defensa de cinco que nunca debió existir en Santander. 

Tampoco fue Bryan Zaragoza el líder-revulsivo que se esperaba. La chispa del extremo malagueño parece haberse atenuado en el peor momento, cuando su equipo se juega las castañas. Ni Petrovic, que sí que dejó algunos detalles de calidad en El Sardinero, pero no fue el purasangre del fin de semana pasado.

Impotencia final

El Granada, en definitiva, careció de liderazgo. Si hubo un líder en el partido quizás fue Germán. Hoy en el equipo cántabro, pero mariscal de la zaga granadina durante los mejores años de la historia nazarí. Ni Germán ni sus compañeros dieron ninguna opción a sus hoy oponentes. Hasta el punto de que el primer disparo a puerta visitante llegó en el minuto 68, en una falta lejana botada por Perea. Y tampoco es que llevara mucho peligro.

El partido acabó con continuas pérdidas de tiempo de los locales, conscientes del valor de los tres puntos. En cualquier caso, tampoco parece que el de esta tarde fuera un problema de tiempo. Al Granada podrían haber regalado un tercer tiempo, que seguramente también lo habría desaprovechado. Al igual que ha vuelto a desaprovechar, una jornada más, los regalos de sus rivales directos.

No solo la jornada era propicia tras tanto pinchazo de los gallitos. Es que esta temporada da la sensación de que vamos a estar ante uno de los listones más bajos para ascender. El Granada, a pesar de ello, parece empeñado en dilapidar sus opciones fuera de casa. Si el Alavés vence esta noche, el castigo será doble, puesto que los de Paco López se quedarán sin liderato y sin segundo puesto. Lo bueno, que el equipo todavía depende de sí mismo para ascender. Pero tiene que mejorar, y mucho, a domicilio. Se buscan líderes.

Ficha técnica

Racing: Ezkieta; Daniel Fernández, Germán Sánchez, Pol Moreno, Saúl García; Aldasoro (Fausto Tienza 89’), Elitim; Unai Medina (Mantilla 77’), Peque (Sangalli 73’), Íñigo Vicente (Satrústegui 89’); y Baturina (Matheus 73’).

Granada CF: Raúl Fernández; Quini, Víctor Díaz (Meseguer 54’), Miguel Rubio, Ignasi Miquel (Diedhiou 79’), Neva; Puertas, Bodiger (Bryan Zaragoza 54’), Petrovic (Perea 65’), Callejón (Melendo 54’); y Uzuni.

Goles: 1-0, Baturina (52’).

Árbitro: González Esteban (Comité Vasco). Amonestó a los locales Peque (67’) y Sangalli (88’); y a los visitantes Uzuni (32’), Miguel Rubio (34’) y Meseguer (78’).

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 37 de LaLiga Smartbank disputado en el Estadio El Sardinero ante 13.476 espectadores.

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