Parón y vuelta a la casilla de salida

El Granada sucumbe a domicilio frente a Osasuna (2-0) en un partido en el que vio frenada su progresión, además de sufrir bajas sensibles de cara al encuentro frente al Villarreal.

No han pasado ni dos semanas desde el épico encuentro en el que el Granada plantó cara a todo un Barcelona para sacar un meritorio empate antes del parón de selecciones. Aquella noche, Paco López reconoció una progresión de su equipo, la cual probablemente fuera compartida por una mayoría. Parece, sin embargo, que hubieran pasado meses desde entonces, puesto que el Granada volvió a caer ayer en Navarra en los mismos vicios y errores que hoy por hoy le condenarían a retornar al inframundo.

Parece que cada parón de selecciones fuera para el Granada como llegar a la calavera que te manda a la casilla de salida en el juego de la oca. Y eso que el resultado fue probablemente injusto teniendo en cuenta los pocos méritos de Osasuna y muchos deméritos del colegiado de anoche. Sea como fuere, esto no debe desviar la mirada de los vicios del Granada, los cuales de no resolverse en invierno podrían acabar en tragedia.

Duelo de estilos

Más allá de los futbolistas, el partido de anoche fue interesante por el duelo entre dos grandes estrategas como son Paco López y Arrasate. El primero repitió su plan del choque frente al Barcelona, defendiendo con un 5-3-2 para ganar seguridad defensiva, pero abriendo a Neva al lateral con balón para dar alas a Álvaro por banda izquierda. El único cambio fue la entrada de Melendo por Uzuni, desplazando a Bryan a la doble punta.

No fue un cambio positivo para los intereses del Granada. En primer lugar, porque Melendo estuvo desaparecido durante todo el partido, justificando sus dos últimas suplencias. Tampoco le vino bien el cambio de posición a un Bryan Zaragoza totalmente desacertado en la noche de ayer. Probablemente sobreexcitado por la llamada de la selección. 

Es lógico que la parroquia granadinista celebre la llamada de sus ídolos con sus respectivas selecciones. Sin embargo, el parón de selecciones no parece haberle sentado bien ni a Bryan; ni a Uzuni, que inexplicablemente jugó 90 minutos con Albania el pasado martes a pesar de sufrir una pubalgia; ni a sus compañeros que se quedaron en Granada, pero que parecen haber sufrido una regresión colectiva con el parón internacional.

Partido ordenado y sin “chispazos” de Bryan

Respecto a su homólogo en el Osasuna, Jagoba Arrasate, lo cierto es que hay que felicitarlo porque durante el partido logró plasmar las intenciones plasmadas en sala de prensa. En primer lugar, desconectar a Bryan. En segundo lugar, que el partido fuera lo más ordenado posible, sabedor de que los pupilos de Paco López se mueven mejor en un correcalles que en un duelo donde las fichas se anulan las unas a las otras.

Así las cosas, el choque empezó sin acercamientos claros ni de uno ni de otro. El Granada estaba bien plantado sobre el tapete, pero lo cierto es que se jugaba más a lo que quería Osasuna, consciente de que con algún zarpazo aislado podría herir a una víctima especialmente vulnerable en defensa. 

Mismos errores, mismo castigo

Efectivamente, el tanto llegó en el primer zarpazo… aprovechando el primer gol grave de la zaga visitante. Chimmy Ávila dio un pase exquisito de tiralíneas a Budimir, que la cruzó a la perfección solo ante André Ferreira. La jugada habría quedado en fuera de juego y anécdota de no ser porque Ricard Sánchez se quedó hundido por detrás de sus centrales. Error de bulto del lateral.

El golpe dejó al Granada noqueado, más allá de un zurdazo aislado de Gumbau que salvó Sergio Herrera con una gran estirada. Con una presión efectiva, los navarros evitaban que los de Paco López salieran de campo propio. Sí lo consiguieron en la recta final del primer tiempo, con una ocasión doble que inexplicablemente no terminó en empate. Primero entre Areso y Sergio Herrera evitaron el tanto de Boyé dentro del área. En el saque de esquina siguiente, Álvaro remató demasiado blando prácticamente solo, y Sergio Herrera volvió a salvar a su equipo con una de las mejores paradas de la jornada.

El conjunto rojiblanco llegaba al descanso con la sensación de no merecer ir abajo, al menos por ocasiones, pero sabedor de que no se estaba jugando a lo que ellos querían. La situación no se enderezaría a la salida de vestuarios; es más, se torcería definitivamente. En el minuto 56, una acción de Osasuna con los mismos protagonistas de la primera parte (Chimmy y Budimir) acabó con Ferreira derribando al segundo en su área.. El árbitro no señaló pena máxima en primera instancia, pero sí a instancias del VAR.

Misión imposible

El delantero balcánico no perdonó desde los once metros, y el Granada se volvió a ver en la misma situación que en Almería. Con un resultado en contra probablemente inmerecido, pero derivado de los fallos de siempre y muy complicado de levantar. Si los aficionados del Granada soñaban con una nueva remontada, el colegiado se encargó de arruinar sus esperanzas. Lo hizo con una rigurosa e injusta expulsión de Boyé a instancias del VAR, mostrando un doble rasero al no condenar de la misma manera otro pisotón de Osasuna en la primera parte.

Ahí murió el partido. Al menos en la zaga granadina. Los de Arrasate sometieron a un rival en inferioridad y durmieron el partido, sin renunciar a alguna ocasión suelta para hacer el tercero. De hecho, Raúl García de Haro, otrora pretendido por el Granada, lo firmó, pero la acción la invalidó el VAR por un fuera de juego previo de Kike Barja.

El Granada acabó el partido con nueve, puesto que otra dura entrada rival ante la permisividad del árbitro dejó a Miguel Rubio lesionado de gravedad cuando ya no quedaban cambios. La baja del central se une a la de Boyé por expulsión y la de Gumbau por quinta amarilla de cara al próximo lunes, cuando rendirá visita el Villarreal.

Vuelta a la casilla de salida

A pesar de caracterizarse por contenerse al hablar del arbitraje, esta vez Paco López no lo hizo. Al final del encuentro, frente a las cámaras, el de Silla mostró su enojo por el doble rasero del árbitro. Lo hizo con razón, aunque esto no quita que detrás de dicho enfado subyazca probablemente otro sentimiento: el de preocupación. Preocupación por las bajas sensibles que tendrá en la próxima jornada. Preocupación por dormir una semana más en puestos de descenso. Y preocupación, sobre todo, porque el equipo parece haber vuelto a la casilla de salida tras el parón de selecciones. Mismos vicios, mismos resultados…


Ficha técnica

Osasuna: Sergio Herrera; Areso (Nacho Vidal 85´), Catena, David García, Rubén Peña (Kike Barja 85´); Moncayola (Juan Cruz (68´), Torró, Aimar Oroz (Ibáñez 80´); Chimmy Ávila, Budimir (Raúl 80´) y Moi Gómez. 

Granada CF: Ferreira; Ricard Sánchez (Callejón 83´), Miguel Rubio, Ignasi Miquel, Neva, Álvaro (Puertas 63´); Melendo (Uzuni 63´), Gumbau (Petrovic 87´), Villar (Sergio Ruiz 83´); Boyé y Bryan Zaragoza.

Goles: 1-0, Budimir (11’). 2-0, Budimir, de penalti (59’). 

Árbitro: Busquets Ferrer (Comité Balear). Amonestó a los locales Rubén Peña (65’), Aimar Oroz (79’), Ibáñez (84’); y a los visitantes Bryan Zaragoza (42’), Ignasi Miquel (48´), Gerard Gumbau (54´) y André Ferreira (58´). Expulso al visitante Lucas Boyé (76´).
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 10 de LaLiga EA Sports disputado en el estadio El Sadar ante 19.739 espectadores.

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